domingo, 30 de julio de 2006

DE GUARDIA


DE GUARDIA
Primero el día murmura
toda la sed de su brillo:
viento de luz _estribillo
que mi silencio procura.
Después en la noche oscura
una nube gris me nombra
y algún pájaro se asombra
al descubrir mi silueta:
¿Soldado, cantor, poeta,
luz del alba o verde sombra?
Esta minúscula décima obtuvo, en 1979, el Premio de su categoría en el VI Encuentro-Debate Nacional de Talleres Literarios. Por esa y otras razones, tengo un especial cariño por ella.

viernes, 28 de julio de 2006

MI MUCHACHA ES:


MI MUCHACHA ES:

_un bumerang de azúcar prieta [1] que insisto en arrojar a medianoche
_un parte meteorológico sin fecha
_una posible violadora de hombres
_la amante póstuma de Bach, que es decir casi puta
_el arco zarpanel para juegos eróticos
_dos ciruelas que no madura mayo
_el envés de cualquiera que cruza y te interroga
_un guayacán [2], que si no fuera porque está a un hachazo de extinguirse...
_un sueño: retórico romántico mariconcito
_el presentimiento de que así las cosas, no va a ser
_¿o qué será?

[1] azúcar prieta: (Cuba) Azúcar moreno.
[2] guayacán: (Amér.) Árbol de madera negruzca, muy dura.

(Tomado de Fuera de set, Rio de Janeiro, 2004)

NOTA: Este poema fue publicado por Ficcioneros.

jueves, 27 de julio de 2006

TRES ESCENAS


Estos tres textos son también de Fuera de set, mi libro fósil.

ESCENA PRIMERA

Algo hay detrás de la ventana. Una sombra dispuesta a la otra muerte; algún trozo de luz vedando los abismos. Pero algo hay delante de este hueco final que nos descubre. Un ruego en el vacío; júbilos que por ciegos no podemos plantar en la memoria. Pero hay algo. Inevitablemente. No tenemos noción exacta de sus filos; seríamos incapaces de aclarar la ventana; tolerar que se cuele en nuestro cuento; verle acomodarse entre los dos. Pero está ahí, a un miserable ademán y ya será imposible todo intento de echarle: volvemos a ser los mismos cómplices. Y amar no es precisamente una coartada.

ESCENA SEGUNDA

Tanto sol no cabe ni apilado en dos círculos grises del insomnio; en dos menudos agujeros de puro invento cuando a solas. Tanto sol exige campo no cercado para despejar, pradera en mayo, horizonte perdiéndose a los vientos. Y como abandoné mis tierras en la última aventura y no tengo vocación de entretiempo, y no soy nube que se siembra en el resplandor y nada ocurre... Y como sólo tengo esas dos ilusiones minúsculas pero mías de que hablaba y en sus bordes no puede procrear el sol, me instalo aquí, convertido en sombra, anhelante, seguro de que alguien, una sombra mayor, otra mirada, alguien en fin, va a recoger del asfalto mi temor, y compartirlo.

ESCENA TERCERA

Hace siglos llevo esta muchacha a la grupa, le hago espacio en mi almohada y programo su visita. Pero ella no ha saltado al abandono: zona trivial en donde apoyo y labios son un mismo punto interminable; ella, personaje de intrigas que insisto en olvidar. Así, cuando tropiezo con su risa en la calle y atracan abrazos no previstos para esta hora de llovizna morosa, soy la misma víctima de siempre: después vendrán silencios, turbaciones, apuros en los que no es posible arrinconar deseos. También nos vamos, cada uno a su paz de familia prohibida. Porque hace mucha vida nos monta al pelo el único caballo, y no aprendemos de una vez a llevarle las riendas.

miércoles, 26 de julio de 2006

FUERA DE SET


Aquí espero poner a disposición de los internautas toda mi poesía. La escrita, quiero decir.
Mi primer libro, Fuera de set, publicado a finales de 2004, comienza con este texto:

DECLARACIÓN UNO

Abeja extraviada que llegas al tulipán
y lo amontonas como un puñado de átomos sin núcleos
no dejes que el hombre clausurador de ventanas
para matar el ojo a los intrusos
mañana sea un polígono inhabitable de cera;
consérvale un suspiro de miel entre pétalo y pistilo a la flor
y el hombre de habitación tapiada
tendrá un recuerdo por vivir. Y regresa, insecto matutino:
aún no patentamos quien sustituya tu azúcar
ni lo más caro y dulce,
tu veneno.

Hombre polvo que el viento hace tormenta en marzo
y ves pasar la vida en el religioso TU-154 de las cinco/ y adónde/,
apúrate, responde, abre la puerta y admite violaciones;
habrá tiempo de sobra para lágrimas.
Hombre blanco, no permitas alejarse a la abeja del jardín:
anda fuera de ruta/ ¿y si la atacan?/.
Y en esta época no abundan tulipanes.
Convence al himenóptero de que no hay polen superior,
cántale, regálale una rosa de injerto el próximo miércoles:
consagrarás tu sueño apicultor;
acorrálalo, acéptale picarte hasta el orgasmo,
cáscate la aorta a sus oídos,
haz algo, so mierda,
pero no dejes que se vaya:
hay pronósticos de seca, millones de bombas por caer
y nunca,
nunca
se sabe.