domingo, 28 de diciembre de 2008

TRANSMISIÓN DIFERIDA


Es hora de noticias.

No sé qué instinto acaba con la noche:
puede que salga el sol,
puede que el ángel de la lluvia se robe tu ventana
que te prohíba el paso,
que no emerjas del sueño;
puede que hasta el otoño:
sus raíces delirios sus pétalos prohibidos se levanten ahora,
desde tu pie sin huella.
Puede ser...
Pero es hora de noticias:
guerras y guerras más o menos jugadas
cañaverales vencidos
concursos premios consignas del mismo carnaval
razones odios, penúltimas venganzas.
En fin, es hora de noticias.
El día entero es hora de noticias,
puntuales, abundantes como hace tiempo el agua.
Pero sin el cristal donde mirarnos las arrugas:
oficiales, con esa mano poderosa / detrás / haciendo muecas.
Noticias de partido.
O noticias partidas: noticias, con minúsculas.

Puede que la esperanza tu absurda
tu poquita esperanza no haya ido a la cita.
Puede ser que el teléfono esté a oscuras;
que te ignore el cartero desde enfrente;
que ni siquiera escape una pelota a tu balcón
y un niño grite como un beso prófugo tu nombre.
Es posible una orquídea
inclusive una orquídea
o suicidarse con la última violeta
o renacer
o morirse de espera en la estación pasada.

Todo es posible.

Hasta el filo quíntuplo de las noticias
la oscura / la falsa tinta oscura de los diarios
o la voz triste del pájaro que las repite.

Hasta la medianoche
y todavía después es hora de noticias.
Hora de cuentos
que van
sin remedio
a envejecer.

(Poema escrito a finales de los años 80 y publicado por primera vez en Fuera de set (Rio de Janeiro, primavera del 2004).