martes, 10 de octubre de 2006

LA CASA

Está distante.
No distinguimos ni siquiera el humo,
la cal de las paredes.

No es precisamente una casa:
la trazamos de noche para fríos
o cuando alguna tregua
porque no está bien
abdicar de las heridas.

La casa está distante.
Nadie sabe a qué hora.
Ni quién pondrá a cocer el plato inaugural,
quién librará de polvo las paredes.

Valga que somos muchos
y alguno habrá decidido a llegar,
abrir las puertas
y quedarse.

sábado, 7 de octubre de 2006

FUERA DE SET

“Vas a prestarme tu rostro durante tres meses...”, Vittorio de Sica

Te presto el rostro,
con arrugas y accidentes
y ojos miopes
a los que todavía es posible confiar lágrimas.
Te doy la espalda por todos los diluvios,
experta en pulmonías, adioses y encomiendas.
El sexo te fío; hábil caballo en brama,
vacunado contra el virus de pensar con el glande.
Las manos te ofrezco, diez luceros bebés
y surcos de azúcar blanco directo en las palmas.
Te presto hasta los pies: convertibles,
ideales para sigilos, trochas;
de poliespuma/ envidia de los gatos.

Úsalo todo, gástalo. Soy tuyo.
No pido reciprocidad ni gracias.
Y mucho menos que me devuelvas nada.

Prométeme,
eso sí,
no decirle a nadie
que son míos.

NOTA: Este texto le da título a mi primer libro. Fue publicado por Decir del agua y Ficcioneros.