domingo, 17 de junio de 2007

CRÓNICA DESPUÉS DEL PRIMER DILUVIO

Génesis, Capítulo 8

Cuando enviamos la paloma por primera vez
la tierra era agua reciente, imantada,
de espejos en ángulo letal.
No encontró sino escasa posibilidad de mensaje
y pronto estuvo de vuelta en nuestras manos,
abultado el prodigio de su memoria por el sol
y el bromo disperso del vuelo inaugural.

La segunda ocasión, que pudo ser al otro día,
qué líneas de fuerza la llevaron, y adónde:
con la tarde aguamarina estuvo de regreso
y el pico era promesa de aceituna.
Tanto nos acostumbramos al bálsamo
que a la mañana, con esperanza del agua ida
le hicimos de nuevo a la aventura.
Y no volvió a nosotros. No hacía falta.

Sabemos de ella cuando las aguas suben
y casca el cielo aliabierta con brújula precisa.

No perdimos sin embargo la costumbre del mundo
y a diario ponemos mensajeras a soñar
el adorable campo magnético terrestre.
Y a más de las aves que llegan y anidan sus noticias,
aquí estamos nosotros.
No palomas congeladas en nitrógeno líquido
no sol memorizado
no cuervos
no habitantes casuales del arca:
hombres,
sencillamente,
y por si acaso.

sábado, 28 de abril de 2007

¿CORAZÓN DE AGUA?

(Para Osvaldo Sánchez, el poeta, claro)

¿Y si se vuelve río
se desborda te anega
y pierdes la fiesta de los ázimos
y la cosecha?
¿Y si lo trunca la sequía
en marzo, por ejemplo?
¿Y si va a morir
en una presa, vulgar, como si nada?
¿Y si lo enmascaran nuestros propios
residuos y nos da fobia mirar
a su antiguo cristal?
¿Y si de pronto se congela
con la nieve bajando como palomo herido
ahora que anuncian otro movimiento
de la tierra?

¿Corazón de agua? ¿Para qué?
No es tan precioso el mineral
/como no es arco iris el diamante/
para decidirse a andar por sus latidos.
Como no es la metáfora del plástico
mi consejo de enfermo.

Mejor de carne
un corazón de carne fresca:
banal
expuesto al marcapasos
al infarto
al bisturí
o simplemente a que lo linchen.
(Este poema aparece en Colección de Poesía (Ego Group Inc., Miami, FL., USA, mayo de 2008)

domingo, 4 de marzo de 2007

DE LAS CARTAS


(A William Saroza)

Los amigos tienen bastante de verdugos y egoístas.
Lo sé por experiencia.
Fácilmente aguardan en sus sitios más cómodos
la correspondencia constante, la mentira cotidiana
para enhebrar el sueño,
y al mismo tiempo distribuyen las suyas con orgullo.
Así que no hay motivo de vergüenza;
no dudes en dar fuego a mis cartas
que eso queda en familia,
y es demasiado novelesco guardarlas
con esas “cosas grandes” que habrá que releer
hasta después de muertos.
Quémalas, que en diciembre hace falta calor,
mucho más si estás solo,
sin una hermana que dibuje poemas de memoria.
Pero por favor no espantes los caballos del humo,
que trotan a la luna
y mañana serán viento de agua.
Incinéralas, que yo me cago en el destino
y soy feliz de imaginar tus ojos
azulando la hoguera,
seguro de que aun en las cenizas
darán saltos al corazón caliente
una palabra mansa
o una broma.

martes, 20 de febrero de 2007

SALMO SEGUNDO

(De Jesús, no Cristo)

Tuya es la noche, amigo mío;
este pedazo de viajeros borrosos
ensartados a la vigilia como espigas.

Tuyo el recuerdo de los muertos,
los pleitos de mamá;
tuyo el arroz amarillo desde el pueblo.

De ti el susto de la cena,
el egoísmo de mi séptimo café mezclado.

Noviembre ridículo
y una dirección prestada donde hallarme.

En tus manos dejo el contorno de los míos,
que son pocos pero a prueba de años.

Y dejo el fragmento de adioses que te toca.

Acuérdate de mí, Jesús,
y no temas la muerte de tus ojos.
Que habrá un montón de noches
hasta el próximo sábado.

domingo, 28 de enero de 2007

DE LAS CARTAS



a Reina María

Mis amigos no alcanzan
para tantas clasificaciones.

A lo sumo hay dos grupos:
aquellos de hace siglos
cuando encallaba el coronel [1]
repleto de luna a mitad de una charca,
y quienes cargaron por el tiempo de un gesto
mi vocación de hombre, que es reciente.

Dos bandos, pero mueren
en auténtico desorden,
como sólo a ellos se les puede permitir.

Todos,
a un lado derechos de antigüedad
y correspondencias más o menos truncas,
son regulares, malos
muy malos
y sobre todo tristes.

No obstante, tú sabes
que hay algunos difíciles, rebeldes,
ganados en combate desigual.
Son tan pocos que asustan.
Van conmigo en un puño
y no me atrevo a encasillarlos
porque cada cual es un círculo
y al menor intento de poner un espejo colectivo
corro el riesgo imperdonable de perderlos.

[1] coronel: (Cuba) Cometa de gran tamaño.

martes, 9 de enero de 2007

AGRADABLE:

— es que un desconocido soporte el reto de tus ojos
y haga fiestas y castillos de melaza
para abreviar el peso de la Estación tardía.
— es que alguien adivine tus puertas, las abra
y brinque el muro
con un pañuelo lechoso haciendo tórtolas.
— es morirse por alcanzar la casa
seis meses después de haber entrado
a la última mujer.
— eres tú, sencillamente,
que te vas primero
que olvidas algo extraño
en mi mano de amar,
tú que preguntas qué significa la palabra
y te la llevas toda,
tú que puedes aún con la promesa
de volvernos a ver.