Primero fue la sombra,
un vago movimiento alrededor,
hilo-bitácora, silencio que a la postre
ni nosotros logramos derrotar.
Pero aun al centro de ese espectro
hay vida indispensable y zozobramos.
Después, descubrimos néctares y mieles
salpicados en los cuerpos,
arroyos inocentes,
campos minados por tanta noche junta.
El eco será una cobija
de resonancias fálicas
y riberas oscuras.
No tenemos certeza de la muerte
ni confiamos demasiado en la luz.
Sólo nos une una esperanza:
mañana, con el día,
nos va a desalojar de nuestra cama
el Hombre.
un vago movimiento alrededor,
hilo-bitácora, silencio que a la postre
ni nosotros logramos derrotar.
Pero aun al centro de ese espectro
hay vida indispensable y zozobramos.
Después, descubrimos néctares y mieles
salpicados en los cuerpos,
arroyos inocentes,
campos minados por tanta noche junta.
El eco será una cobija
de resonancias fálicas
y riberas oscuras.
No tenemos certeza de la muerte
ni confiamos demasiado en la luz.
Sólo nos une una esperanza:
mañana, con el día,
nos va a desalojar de nuestra cama
el Hombre.
2 comentarios:
Muchas gracias por la visita. Que se repita. Si le parece hágame llegar poemas suyos. (al final de mi página hay un correo)
Saludos desde Atocha, Madrid.
Ch.
guaaa!! me encanta el blog, siempre encuentro poemas preciosos
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